Desde el 2018 los colores dentro de la gama de los grises, tanto claros como oscuros, son cada vez más populares. Sin embargo, el blanco parece que sigue siendo el rey indiscutido.
Las tonalidades más claras, cerca del blanco o el mismo color blanco siempre son una apuesta segura. Transmiten simpleza, tranquilidad, elegancia, pulcritud y armonía.
Ahora bien, con la creciente popularidad de las fachadas texturadas, el blanco está dejando su papel protagónico para ser un actor secundario.
En 2021 los revestimientos texturados invitan a probar cosas diferentes, colores que tramitan más personalidad y carácter.
Recientemente ha crecido en popularidad la tendencia de incorporar TRES COLORES para la composición de las fachadas de casa y edificios. Dos colores bases (generalmente dos tonos o gamas de un mismo color) y un tercer color más contrastante, que suele romper con la escala cromática y complementa a la fachada.
Muchas veces se busca que los colores bases sean suaves, agradables visualmente, con tonalidades terrosos o más naturales. Estos van geniales con texturas símil piedra.
Acá el tercer color suele presentarse en las puertas, los marcos de las ventanas, los portones o las rejas. En estos casos predominan los blancos y negros, aunque de vez en cuando podemos encontrar algunos azules, amarillos o verdes, y en menor medida rojos.
Como ya mencionamos, generalmente el color complementario suele estar en los detalles, como rejas o puertas, pero se está empezando a ver cada vez más seguido que este sea el color principal de la fachada (la base) y que los otros dos funcionen como complementarios.
Si el color base es intenso es ideal para texturas como rulato o travertino, que le aportan un estilo moderno y elegante.
La próxima vez que tengas la oportunidad no dudes en compartir esta información con tus clientes. Ofreceles la opción de ser parte de esta tendencia, y así puede que tu siguiente trabajo sea uno de los mejores.
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